Parece que por fin se va viendo la luz al final del túnel y que en unos días iremos volviendo a la "nueva realidad".
Todavía quedarán aspectos que ir adaptando y formas distintas de hacer según que cosas, sin embargo, es más probable que nos devuelvan nuestra libertad, o al menos, parte de ella.
La verdad es que, echando la vista atrás, han sido días de sentimientos encontrados, y creo que ahora es cuando nos va a tocar sacar a relucir más parte de esa "pre - adaptación" que hemos tenido o tenemos que hacer.
Parece que la vida ha estado en "stand by". Parece que, al estar mucho más aislados de contextos que no fueran nuestra casa, o para algunos/as, el trabajo, no ocurrían cosas mucho más allá del coronavirus.
Creo que, a modo de visión positiva, podemos quedarnos con el aprendizaje, en muchos sentidos, que esta situación nos ha dado de manera tan obligada.
Sin embargo, ¿qué ocurre ahora?
➡️Por una parte, todavía resulta complicado generar unas buenas estrategias de afrontamiento al 100%, ya que la incertidumbre continúa. Ojalá tuviéramos una bolita de cristal para hacer una buena estimación del futuro más próximo...
➡️Hemos hablado de ansiedad, de preocupación, de miedo.. No os preocupéis. No os sintáis raros si os está ocurriendo algo así.
Muchos me preguntáis, ¿pero cómo me va a dar miedo volver a mi vida de siempre? o , si yo no he tenido nunca ansiedad, ¿ahora por qué?
Quizá también es más fácil anticipar la situación ya que, como decía, nos falta información acerca de cómo creo que va a ser lo que ocurra y, además, nos encontramos más vulnerables tras tantos días de confinamiento.
Intentemos ACEPTAR nuestro día a día, intentemos flexibilizar al máximo nuestro pensamiento y, dentro de lo que se pueda, no anticipar (y menos en negativo), ya que no nos va a ayudar ni va a jugar el papel de prevenir una estrategia si hiciera falta.
Somos humanos, y adaptarnos a los cambios, a las novedades, nos cuesta un poco más. Somos seres de rutinas, y precisamente eso es también lo que nos ha dado tiempo a crear en esta cuarentena. Ahora nos van a volver a pedir que las deshagamos.
Fijaos bien en la serie de cambios grandes tan importantes que ha habido en poco tiempo, y además generados de manera impuesta, sin elección. "Así que, ahora que me estoy acostumbrando, que incluso me está gustando vivir así, ¿otra vez a cambiarlo?". - Si, nos toca trabajar esa adaptación de la que os hablaba al principio, y pedirle a nuestro cerebro que de marcha atrás dos meses en el tiempo.
Comenzamos dándonos cuenta de lo que teníamos en nuestro día a día antes del 13 de marzo, y vamos a terminar dándonos cuenta de todo lo que nos estábamos perdiendo.
El día a día confinados ha podido resultar duro, sin embargo, os aseguro que va a haber momentos que, cuando vuelva a mi antigua-renovada rutina, voy a echar de menos.
Hablo en primera persona y os digo que todo esto me ha hecho recapacitar, valorar, tener más paciencia, conocerme mejor y aprender de mis errores; es muy duro convivir sin vía de escape 24 horas y no poner solución.
Así que, en parte, también soy de esas personas agradecidas a lo que nos ha tocado vivir (y digo en parte porque no quiero obviar ni olvidar el origen de toda esta situación).
Otra de las sensaciones que he comentado con muchas personas estos días, es la de sentir que "se escapa la vida". La cuarentena ha generado estados de impotencia o frustración, hemos estado "congelados" en muchos aspectos; en muchas ocasiones hemos podido sentir que la obligación de estar en casa hiciera que nos estuviéramos perdiendo cosas que nos hubieran ocurrido o que nos tocaba vivir.
Todo ello volverá, y además, con más fuerza si cabe.
¿Y qué ocurre con la ansiedad?¿Y si ahora no quiero salir?¿He podido volverme antisocial?
Lo primero, normalicemos este "revuelto" de emociones y sentimientos. Ante una situación excepcional, es habitual tener emociones excepcionales o que en otras ocasiones quizá no hubiéramos tenido.
No es que nos hayamos vuelto seres no sociales ni que nos apetezca quedarnos más en casa, sino que nuestra mente ha tenido que tejer de manera forzosa mecanismos de adaptación que nos hayan permitido llevar de la mejor manera posible el confinamiento.
Paso a paso , sin anticipar y viviendo el día a día, y las cosas irán volviéndose "normales" y nos permitirán aceptar más satisfactoriamente la situación. Si en algún momento hemos de afrontar alguna otra cosa, lo haremos; "Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente".
Os mando un abrazo esperando que esa "normalidad" que nos viene sea lo más bonita, optimista y feliz posible. Nos lo merecemos.🌈 ¡¡Todo va a salir bien!!🌈
Paula Tovar ❤️
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